La tierra cultivable existente es limitada, por lo que uno de losgrandes retos es aumentar el rendimiento de los cultivos de la forma más productiva y eficiente posible, que sea rentable para los agricultores profesionales, y sostenible con el medio ambiente (Informe de la FAO:www.fao.org/news/story/es/item/35675/icode/).
Según estudios realizados por el IVIA (www.ivia.gva.es/), centro de referencia en investigación de cultivos citrícolas, un 50% del producto pulverizado actualmente en frutales es deriva emitida al medio ambiente, la cual se deposita en la atmosfera, en el suelo, y en otros árboles que no son el objetivo del tratamiento. Esto supone un alto perjuicio economico para el agricultor y para el medio ambiente.
Existen tres factores clave a la hora de alcanzar una pulverización eficiente y sostenible.
- Equipo de aplicación. Un pulverizador en cualquiera de sus variantes (Atomizador, nebulizador, etc...), dado su impacto de la protección de cultivos frutales, es la herramienta agrícola más importante. Es fundamental contar con una tecnología capaz de ofrecernos una óptima calidad de tratamiento y recubrimiento, pero que a su vez reduzca las perdidas en deriva que antes mencionamos y cuente con una óptima relación de caudal de aire, consumo de combustible y potencia.
- Formación. Gran parte de la ineficacia de una aplicación se debe a errores humanos. Realizar de forma incorrecta procesos como la agitación y mezcla del producto, o trabajar a una incorrecta la velocidad de avance, o sin la calibración adecuada del equipo, puede conllevar a no eliminar la plaga y tener que repetir el tratamiento, con los costes económicos y ambientales que ello supone. Por lo tanto, una correcta formación en el uso del equipo de protección de cultivos, así como su correcta calibración y puesta en marcha, es crucial a la hora de realizar un tratamiento en frutales de forma eficiente.
- Otro factor a tener en cuenta es la entrada en vigor de la nueva normativa de uso sostenible de plaguicidas (ITEAF). El objetivo de esta directiva (128/2009/CE), es la inspección del equipo para optimizar el uso de fitosanitarios, maximizar su eficiencia y reducir el riesgo de contaminación medioambiental. Mantener el equipo en óptimo estado, además del cumplir con la normativa, reporta beneficios económicos y medioambientales, así como una correcta realización de los tratamientos.
A modo de conclusión, es necesario darle a la pulverización la importancia que merece. Un equipamiento idóneo, en buenas condiciones, y utilizado de forma correcta, es garantía de conseguir un trabajo óptimo, eficiente y sostenible con el medio ambiente.
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