Por
el ing. Gilberto Martínez Blanco
El suelo es el medio natural en el cual se desarrollan las
raíces de la mayoría de las plantas.
Del suelo la planta absorbe el agua y los nutrientes necesarios
para su continuo bienestar. Un suelo fértil, es el que puede proporcionar
un abastecimiento adecuado de todos los nutrientes que se requieren para una
producción exitosa de cualquier planta cultivada.
Desde hace más o menos 100 años los fisiólogos han venido estudiando
la nutrición mineral de las plantas, de tales experimentos se ha formado una
lista de 16 elementos que se sabe son esenciales para que los vegetales completen
su ciclo de vida. 7 de ellos se conocen como micronutirentes y se denominan
así solamente porque se necesitan en pequeñas cantidades para que realicen
su función; principalmente como catalizadores y reguladores de las reacciones
físico-químicas para el crecimiento y biología de las plantas.
Estos siete micronutrientes; Boro (B), Molibdeno (Mo), Cloro
(Cl), Cobre (Cu), Hierro (Fe), Manganeso (Mn) y Zinc (Zn), pueden hacer maravillas
para que la planta se desarrolle siempre que se encuentren disponibles en
cantidades adecuadas, evitando además la alternancia del cultivo del aguacate.
Hoy en día, los suelos agrícolas tienen cantidades muy limitadas
de materia orgánica, que da como resultado una disponibilidad reducida de
los nutrientes del suelo y baja capacidad de intercambio catiónico, lo cual
merma severamente la fertilidad natural del suelo y su habilidad para proveer
a las plantas los nutrientes que necesitan.
Por lo anterior, existe la necesidad de encontrar alternativas
tecnológicas que promuevan la asimilación de nutrientes, los ácidos fúlvicos
son promotores de la asimilación de nutrientes, estos son recomendados para
utilizarse e n combinación en los programas de fertilización balanceada. Los
ácidos fúlvicos no son un fertilizante para las plantas, sino más bien actúan
como coadyuvantes de los fertilizantes, permitiendo a las raíces o follaje
una mayor asimilación de nutrientes. Los ácidos fúlvicos incrementan sustancialmente
la capacidad de intercambio catiónico y las propiedades buferizantes del suelo,
provocando mayor disponibilidad de nutrientes, promueven la quelatación de
la mayoría de los elementos menores y mayores hacia formas o complejos nutricionales
disponibles a las plantas, mejorando el consumo de nutrientes. Los ácidos
fúlvicos provocan cambios sobre las propiedades físicas del suelo, mejorando
la capacidad de retención de humedad, favorecen el crecimiento de la fauna
microbiana del mismo, hacen más efectiva la actividad biológica de productos
sistémicos para el control de plagas y enfermedades al facilitar la absorción
y traslocación en la planta. Los ácidos fúlvicos son de origen natural, que
no representan daño alguno a los humanos y animales, no dañan al medio ambiente
y por lo tanto es un producto ecológico.
El mercado internacional del aguacate demanda fruta de alta
calidad, es por ello que además de los macronutrientes: Nitrógeno (N), Fósforo
(P), Potasio (K), representan una prioridad en cuanto al manejo de la fertilización,
no debemos de olvidarnos de los micronutrientes. El buen manejo del Boro,
Cobre, Manganeso, Hierro, Zinc y Magnesio pueden representar la diferencia
en cuanto a la aceptación o al rechazo del aguacate destinado a la exportación
y los mejores mercados nacionales. RECUERDE. Solo la fertilización suficiente
y bien balanceada puede ayudar a producir aguacate con calidad de exportación.
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