Con
el fin de contar con infraestructura especializada que garantice la
calidad e inocuidad del aguacate jalisciense, autoridades y productores
habilitan un laboratorio de vanguardia en el municipio de Zapotlán El
Grande, lo que marca un nuevo avance en la consolidación de esta cadena
productiva.
Para la
Secretaría de Desarrollo Rural (SEDER) de Jalisco se trata de una obra
prioritaria, cuya infraestructura apuntalará al sector, ante la próxima
determinación del Gobierno de Estados Unidos de admitir la exportación
directa, como ocurre con el producto de Michoacán desde 1997.
Al
momento, la construcción presenta un avance de 80 por ciento en su etapa
inicial, en la que se han invertido 11 millones de pesos, 70 por ciento
de recursos en concurrencia estatal y federal, el resto en aportaciones
de los mismos productores.
La
decisión de instalar el laboratorio se tomó al interior del Sistema
Producto Aguacate-Jalisco, a fin de responder a los exigentes retos de
la trazabilidad (control de la fruta desde su plantación hasta su
lanzamiento al consumo), tal como ya lo hacen otros grupos de
exportadores, confirmó el director de la Asociación de Productores
Exportadores de Aguacate de Jalisco (APEAJAL), Ignacio Gómez Arregui.
En las
instalaciones funcionará equipo moderno para el análisis de residuos de
plaguicidas utilizados en la producción aguacatera, y con ello asegurar
la calidad sanitaria de la fruta.
Además,
el sitio tendrá capacidad para dar soporte técnico a los agricultores de
distintos cultivos de las regiones Sur y Sureste, como hortalizas, caña
y berries. Incluso podría apoyar a productores de papaya del vecino
Estado de Colima.
Certificación de huertas
Otro
punto relevante en la agenda económica del aguacate en Jalisco es el
avance en la certificación de buenas prácticas agrícolas en cada huerta,
según los parámetros que marcan tanto las empresas certificadoras
reconocidas y como el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad
Alimentaria del Gobierno Federal (SENASICA).
Y es que
además conseguir las certificaciones gubernamentales, las empresas
aguacateras también recurren a las acreditaciones de organismos privados
para hacer valer ante sus clientes externos las buenas prácticas
agrícolas en el manejo de las plantaciones de esta fruta que cada vez
más se consolida como uno de los cultivos más dinámicos del campo
jalisciense en los años recientes, explicó Gómez Arregui.
EL DATO
• En la última década la producción de aguacate en Jalisco aumentó quince veces.
• De 6 mil 300 toneladas en 2006, pasó a 100 mil 250 toneladas en 2014.
• Un 30 por ciento de la producción se exporta, principalmente a Canadá, Japón, Holanda, España, Bélgica, Centroamérica y Hong Kong.
• Hay 10 municipios jaliscienses a la espera del reconocimiento del Departamento de Agricultura de Estados Unidos para la exportación directa a ese país.
• La superficie aguacatera en Jalisco alcanza ya las 16 mil hectáreas, de las que diez mil están en plena producción.
• Michoacán cuenta con casi 88 mil hectáreas reconocidas para el programa de exportación.
• De 6 mil 300 toneladas en 2006, pasó a 100 mil 250 toneladas en 2014.
• Un 30 por ciento de la producción se exporta, principalmente a Canadá, Japón, Holanda, España, Bélgica, Centroamérica y Hong Kong.
• Hay 10 municipios jaliscienses a la espera del reconocimiento del Departamento de Agricultura de Estados Unidos para la exportación directa a ese país.
• La superficie aguacatera en Jalisco alcanza ya las 16 mil hectáreas, de las que diez mil están en plena producción.
• Michoacán cuenta con casi 88 mil hectáreas reconocidas para el programa de exportación.
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