En un caso extremo de perder las
ventajas arancelarias del TLCAN, el oro verde, el aguacate mexicano,
difícilmente podría ser sustituido con el de otros proveedores.
El
embate de políticos estadounidenses contra beneficios adquiridos por
México en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN)
podrían dejar al aguacate como uno de los sobrevivientes ante una
eventual eliminación del acuerdo.
Haciendo
a un lado que la celebración del Súper Bowl -máxima fiesta deportiva de
ese país- perdería su ‘sabor’, pues sólo en este evento se consumen 100
mil toneladas de aguacate michoacano para guacamole, distribuidores
estadounidenses destacan la cercanía de México, que abarata su traslado e
impide mermas por tiempo de recorrido.
Además, que las características de los aguacates mexicanos son difícilmente comparables.
Todos estos elementos permitirían en un caso extremo traspasar al consumidor el sobreprecio causado por un arancel impuesto.
Perder
las ventajas arancelarias del TLCAN significaría que casi todos los
productos agropecuarios que hoy son libres de impuesto en EU, como este
fruto, tendrían que pagar 6.4 por ciento de arancel, estimó Luis de la
Calle, ex subsecretario de Negociaciones Comerciales Internacionales de
la Secretaría de Economía.
“Sí
tendría un impacto inflacionario que acabarían pagando los consumidores
de Estados Unidos”, advirtió quien fue el encargado de implementar
dicho tratado.
Distribuidores
estadounidenses del producto descartan que aún en el escenario más
extremo puedan sustituir con otros proveedores a los mexicanos.
En
el caso del aguacate, 82 por ciento anual del consumo aparente de EU es
satisfecho por México, según un reporte de la United States
International Trade Commission (USITC).
El
‘oro verde’ michoacano se vende en 50 estados de esa nación y su
consumo se duplicó de 2005 a 2015 para superar las 800 mil toneladas
anuales.
Actualmente,
México no paga arancel por la exportación de aguacates a EU por su
inclusión en el TLCAN, pero si lo hiciera el impuesto general que
pagaría sería de 11.2 a 13.2 centavos de dólar por kilogramo, que es el
promedio para los países con los que ese país no tiene tratado, de
acuerdo con la USITC.
Danilo
López, fundador de la importadora de aguacates Novelle, con sede en
California dijo que ante el caso hipotético de una salida de EU del
TLCAN, trasladaría al consumidor el alza de la tarifa de importación.
En un escenario altamente especulativo, el aguacate mexicano podría incluso duplicar su precio de un dólar en California.
Ante
esto, competidores como los basados en Perú y Chile, los otros
proveedores de aguacate que también exportan sin arancel, podrían elevar
su participación.
“(Bajo este escenario), realmente no pensaría en buscar otros proveedores (además de México)”, dijo López, de Novelle.
En
promedio, mandar un contenedor de aguacates (18 mil 80 kilos) de
Michoacán a EU cuesta mil 800 dólares y el trayecto dura cerca de 12
horas; desde que se cosecha el fruto hasta que llega a tiendas de ese
país pasan de tres a cuatro días, dijo Enrique Espinoza, del Grupo
Aguacatero Mexicano.
En
tanto, un contenedor de aguacates de Perú se tasa entre cinco y seis
mil dólares y tarda hasta 15 días en llegar a puerto en EU, señaló
Arturo Medina, de la asociación de productores y exportadores de
aguacate peruano ProHass.
“Nosotros necesitamos más a México que lo que México a nosotros”, agregó López.
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